El comienzo de una nueva experiencia...

La verdad es que nunca me había atraído la idea de escribir o tener un blog hasta que en una asignatura de la universidad el profesor nos dijo que el examen final consistiría en hacer un blog donde tendré que ir subiendo una serie de ensayos que haré a lo largo del curso. Ya veremos como me va con esta nueva experiencia y de ser posible continuaré escribiendo aun cuando el curso haya acabado.

jueves, 27 de octubre de 2011

¿ME DEJAS GUIARTE?

Varios siglos atrás, un gran filósofo, Aristóteles, escribió que el ser humano es un zoón politikón, es decir que los hombres somos “animales” sociales por naturaleza ya que no podemos vivir aislados. Años más tarde, a mediados del siglo XX, Abraham Maslow ideó una teoría a la que denominó “Jerarquía de Necesidades”, consistente en una pirámide que contiene las necesidades humanas, psicológicas y físicas. Subiendo escalón a escalón por la pirámide, se llega a la tan ansiada autorrealización. Para lograrla, se comienza por las necesidades más básicas, pasando de ahí por las «necesidades de seguridad y protección», «necesidad de amor y pertenencia», «necesidad de estima» y por último la autorrealización que se supera cuando se alcanza un estado de armonía y entendimiento.

Pero, ¿para qué sirve saber la filosofía de Aristóteles o la Pirámide de Maslow? Pues bien, justamente porque en conjunto sirven para explicar un fenómeno que se da en los jóvenes de hoy en día: la búsqueda de la pertenencia, el sentirse querido y aceptado por los demás, sin importar lo que cueste lograrlo. En otras palabras, el querer sentirse cool frente a las personas que nos rodean.

¿Cuántas veces hemos hecho algo por el simple hecho de que “todo el mundo lo hace” o nos hemos dejado llevar por lo que nuestros amigos nos dicen, sin importar si va en contra de nuestro modo de pensar o de nuestros valores y principios? ¿Cuántas veces hemos escuchado de nuestros padres la tan famosa frase “¿si tus amigos se lanzaran balcón abajo, tú también lo harías?”? Estas son claras muestras de cómo nos dejamos influenciar por la sociedad que nos rodea para sentirnos parte de ella y no quedarnos out.

Nos urge esa necesidad de tener un modelo a seguir, alguien a quien tener de ejemplo al momento de actuar y lamentablemente, muchas veces no elegimos correctamente. Otras veces por elegir un role model, lo imitamos completamente, lo que se convierte en una total falta de personalidad. Es cierto que nuestras amistades nos ayudan a crecer y ser mejores personas, pero eso no significa que nos debemos transformar en ellas solo para aparentar algo que no somos para encajar con los demás. Hay muchos casos en los que un “modelo a seguir” lleva por el camino equivocado a los jóvenes. Tomemos el ejemplo de los artistas y las personalidades públicas importantes, uno piensa: “si me parezco a un actor o una actriz ¿qué me puede salir mal? Ellos lo tienen todo y muchos eran gente normal como yo, entonces ¿por qué no puedo llegar a tener lo mismo?” Las personas que creemos que lo tienen todo resuelto son las que menos lo tienen. La fama y el dinero no hacen a una persona exitosa y tomar ese modelo de vida solo nos traerá problemas.

Si bien es cierto que no es regla general que los artistas y famosos son modelos que llevan por el mal camino, es lo que más se ve y se oye en las noticias, en las revistas y demás medios de comunicación. Problemas con drogas, alcohol, de anorexia, bulimia, divorcios, rupturas, engaños, entre otros son el común denominador de las estrellas de Hollywood. Pero, ¿por qué los escogemos como modelos? La respuesta es simple: por el simple hecho de que tienen fama y reconocimiento público, el anhelo de muchos jóvenes de hoy en día.

Pensando es esto salta a mi mente la pregunta: ¿será que nuestros abuelos enfrentaban lo mismo? En esa época no existían tales modelos a seguir como los que hay hoy en día. No quiere decir que no había famosos y estrellas, pero no había medios de difusión de las noticias tan rápidas como las hay en estos días. Muchos incluso hasta llegan a tener las “primicias” antes que los mismos dueños de ellas. Por esta razón los “escándalos” no se convertían en vox populi tan rápidamente. Se dice que las generaciones han evolucionado, por ejemplo, el siglo XXI es el del estrés. Cada siglo varía, pero hay algo que nunca ha cambiado del todo, los jóvenes. Fue Sócrates el que dijo “los jóvenes hoy en día son unos tiranos. Contradicen a sus padres, devoran su comida, y le faltan el respeto a sus maestros”, ¿qué diría Sócrates de nuestra época? Al parecer la sociedad siempre es y será la misma, solo que con mejor tecnología, más avanzados culturalmente pero en esencia, la misma.

La mayor parte de los jóvenes le dicen NO a todo, a los trabajos, a la colaboración, al compromiso, al esfuerzo, pero no se lo dicen entre ellos mismos. ¿Me dejas guiarte? Esa pregunta debería ser contestada con el único monosílabo que muy pocas veces utilizamos para bien. La sociedad no sabe lo que será mejor para ti, solo tú lo sabes porque la felicidad es relativa para cada persona. Nuestro estilo de vida debería ser la autenticidad ya que en la pluralidad está la verdadera sociedad y NO en la imitación.

martes, 25 de octubre de 2011

¿POR QUÉ CALLAMOS?

¿Cuántas veces nos hemos sentido solos, que nadie nos entiende, o peor aún, que nadie escucha lo que tenemos que decir? Ser “gente joven” no es nada fácil en estos tiempos de hostilidad en los que vivimos, en donde las personas existen para sí mismas, enfrascadas en su propio mundo. Ese es el problema de la gente joven de hoy en día, que no sabe o no quiere relacionarse con los demás porque tiene miedo a salir herido, de abrir y expandir sus horizontes y de apreciar nuevas experiencias. En otras palabras, a la juventud le gusta lo seguro, saber que está en una posición donde no va a tener que exigirse más de sí misma, sino que ya tiene el camino resuelto.


Falta de autenticidad y superficialidad son características que pueden llegar a definir, en parte, a la juventud de estos tiempos. Soñadores, anhelos de grandeza y esperanza, irónicamente también la pueden describir. Entonces, ¿cómo es que no conocemos esta última faceta? Pues bien, se podría decir que en gran parte se debe al miedo o la desconfianza que tienen los jóvenes. Prefieren tener esa parte refundida en lo más profundo de su ser por miedo a no cumplir sus metas y alcanzar sus ideales.


Pero, ¿es realmente miedo lo que sentimos los jóvenes? Yo creo que se puede traducir más bien en una falta de confianza en uno mismo. No nos sentimos capaces de lograr cosas grandes porque creemos que ya todo lo grandioso y admirable está hecho. La verdad es que esto es la idea más errónea que podemos tener. By being yourself, you put something wonderful in the world that was not there before. ¡Qué frase más inspiradora! Los jóvenes tendemos a escondernos detrás de los estereotipos, simulando algo que no somos con el fin de ser aceptados por los demás. Ejemplos de estos son los conocidos emos, punks, las niñas (o niños) pijos, entre otros. Nos recluimos en ellos porque es una manera “segura” de actuar y así no corremos el riesgo de salir heridos. En lo que no recaemos es que los estereotipos son una forma cobarde de vivir porque no estamos siendo sinceros con los demás y peor aún con nosotros mismos. No nos damos cuenta de que el mundo necesita de lo que cada uno, en la medida de sus posibilidades, pueda aportar.


Cabe mencionar en este punto la importancia de TWITTER, espacio donde las personas escriben sus pensamientos, sentimientos y se dedican al microblogging. En twitter, como he leído en innumerables ocasiones, los adolescentes sobre todo “demuestran” a unos desconocidos, como y quienes realmente son. Yo me pregunto, ¿por qué no lo hacemos también en el mundo real? ¿Por qué callamos todos esos pensamientos y maravillosas aportaciones que tenemos dentro de nosotros? Esa es la originalidad que se necesita para mejorar e inspirar a los demás. Cada uno es único y esa autenticidad es lo que ayudaría a crear una mejor sociedad.



Hay muchos ejemplos de jóvenes que siguiendo sus sueños y no dejándose llevar por lo que los demás dicen o hacen, han llegado muy lejos. Los ámbitos en los que estos han tenido éxito son muy variados. En el fútbol tenemos el ejemplo del argentino Leonel Messi, que con tan solo 24 años ha logrado muchos títulos y reconocimientos a nivel global. Pasando por la tecnología y emprendedores encontramos a Mark Zuckerberg, que con su habilidad para todo lo relacionado con lo cibernético creó una de las redes sociales más influyentes del siglo XXI, Facebook. Por último, en el ámbito de la política tenemos el ejemplo de Oliver Smith que con tan solo 12 años llegó a ser el presidente más joven del partido Liberal-Demócrata en la central región de Derbyshire en el Reino Unido.



Pero, ¿a dónde quiero llegar con todo esto? Realmente la conclusión es tan simple como lo siguiente: Don´t be afraid to think outside of the box. Cada uno tiene un potencial infinito de cambiar el rumbo de la historia y todo está al alcance de tu mente. La mejor manera de lograrlo es PENSAR por ti mismo, así como incitar e invitar a los demás a hacerlo, de esta forma seremos verdaderamente libres. No tengas miedo de hacerlo, comienza hoy mismo: SPEAK YOUR MIND!

UN POCO SOBRE MI


“Nadie puede regresar el tiempo y comenzar de nuevo, pero cualquiera puede comenzar hoy mismo y hacer un nuevo final”. Esta frase marcó un antes y un después en mi vida, pero para empezar a relatarla debo comenzar por el principio. Mi historia comenzó a escribirse el 26 de junio de 1991, día en que nací. A pesar de que me considero ecuatoriana hasta los huesos, soy americana por nacimiento. Poseo más nacionalidades de lo que se podría esperar debido a mi ascendencia italiana, la cual se la debo a mis bisabuelos maternos. Desde mi primer año de vida he estado en Ecuador y aunque no parezca muy emocionante a primera vista, ha sido como un paraíso, que me ha llenado de experiencias y de valiosas lecciones de vida. Además, es el lugar donde están mis personas favoritas. Es donde está mi hogar, mi familia y mejores amigos, que son mis pilares fundamentales.


De mi familia he aprendido muchos valores, tales como la generosidad, el respeto, la amistad, los valores morales y de fe, los cuales tengo presentes siempre para tomar mis decisiones, ya sea la más simple o incluso la que podría darle a mi vida un giro de 180 grados. Siendo la mayor de cuatro hermanas tuve que aprender a madurar y ser responsable sobre mis acciones a más temprana edad. A mis padres les debo todo lo que tengo, ellos me han enseñado el valor de lo que hoy tenemos pero mañana podríamos perder, teniendo en cuenta que el futuro es hoy mismo, por lo que hay que aprovechar cada momento al máximo.

Muchas veces hemos escuchado el dicho “debemos ser responsables por nuestras acciones”, esa frase puede llegar a determinar las enseñanzas que recibí de mi colegio, Balandra-Cruz del Sur, en donde realicé un largo viaje de 15 años y donde junto a la enseñanza de casa, me convertí en lo que hoy soy.


Soy una persona extrovertida, me gusta conversar, conocer gente nueva, leer, escuchar música, estar con mis amigos y salir. No me considero una persona perfecta ya que defectos tengo miles, aun así trato de hacer y dar lo mejor de mí en cada paso que doy. Debo reconocer que muchas veces es difícil y me dan ganas de rendirme, de dejarlo ahí, pero recuerdo el ejemplo que mi familia me ha dado, el de luchar por conseguir tus metas, así que retomo mi camino. Logre o no mis objetivos, me aseguro de hacer las cosas de una manera tal que no tenga arrepentimientos después. Es aquí donde juega un importante papel la frase que mencioné al inicio. Desde que tengo 10 años he tenido claro el rumbo que quiero darle a mi vida, al menos profesionalmente: el Derecho es lo mío. Esto gracias a mi padre que es abogado. Sin forzarme ni obligarme, sin siquiera decirme palabras, fue mi guía para elegir esta carrera.


Al graduarme del bachillerato tenía la aceptación de esta universidad, pero por dudas y miedos comencé la carrera en una universidad de Ecuador. En ella no sentía que me estaban preparando para el futuro ni para enfrentarme a la dura vida laboral, por lo que tuve que tomar una decisión. Fue un paso muy duro ya que decidirme por Navarra significaba dejar a mi familia y comenzar una nueva aventura, esta vez sola. Pero esas sabias palabras de mi madre me hicieron caer en la cuenta de que necesitaba hacer algo diferente para forjar mi futuro con pasos firmes. Y ahora, estoy aquí escribiendo estas palabras, uno de mis sueños hechos realidad y un horizonte amplio a la vista.